Por primera vez en nuestra generación vivimos una pandemia mundial que ha obligado a todo el mundo a un confinamiento, por mucho tiempo, en viviendas que no han sido diseñadas para situaciones de este tipo… Ahora es el momento de empezar a preparar el mercado de la vivienda y edificios para el futuro que nos espera.

Quizás esta sea la primera de las muchas incidencias que puedan pasar a partir de ahora en un mundo afectado por un cambio climático importante y muy globalizado… 

Esta pandemia está provocada por un virus, parecido al de la gripe y que sabemos como se transmite. Esto nos permite salir de casa e interactuar con las personas para comprar alimentos, medicinas y recibir asistencia médica… pero ¿que pasaría si fuera más grave? 

Lo que hemos comprobado es que las tecnologías nos ayudan a estar informados, comunicados con amigos y familiares, con los servicios públicos, etc… incluso poder teletrabajar y realizar compras.

La imposibilidad de estar con nuestros familiares hace que nos demos cuenta de lo que puede afectar una situación como esta… Gente mayor confinada que vive sola, gente con animales, situaciones de infección dentro de la unidad familiar que es necesario aislar dentro de casa…

Algo tan sencillo como conseguir comida, medicamentos u otros productos de primera necesidad, con la imposibilidad de salir de casa o no tener contacto directo con personas, hará que las compras online y su entrega en casa se refuercen en un futuro próximo…

Muchas de las situaciones que puedan darse, ni tan siquiera las podemos imaginar o nombrar por alarmismos… pero el confinamiento actual nos puede dar una idea de potenciales situaciones, en caso de que se repita.

¿Por qué no preparamos nuestras viviendas con la tecnología adecuada para garantizar unos mínimos de seguridad y salud personal, comunicación e interacción con el exterior y queridos?

• Poder monitorizar remotamente las personas mayores, las personas que viven solas, nuestras mascotas, nuestra familia cuando estamos fuera de casa.
• Poder recibir atención médica remota o una monitorización de nuestras constantes
• Como poder comprar y recibir compras de todo tipo de productos, sin interaccionar con el repartidor por seguridad.
• Como poder entrar y salir de nuestra vivienda de forma segura.
• Poder asegurar unas condiciones ambientales correctas y seguras para los habitantes, de temperatura, humedad, calidad del aire, etc.
• Poder garantizar la integridad de nuestras propiedades y de las personas que las habitan.
• Poder almacenar recursos energéticos o naturales de forma eficiente y segura, mediante placas solares, depósitos, baterías… Como poder aprovechar la luz del sol, los vientos, el agua de lluvia y utilizarlos para nuestro uso diario, sin tener que consumir tanto de la red.
• En un mundo con la crisis climática, poder potenciar la solidaridad y minimizar los consumos energéticos y de recursos naturales, cuando no estamos en casa, cuando estamos o cuando dormimos…
• Ante una posible situación de restricciones energéticas, la vivienda debería poder disponer de un racionalizador energético que pueda garantizar un uso eficiente de la energía disponible
• Como conectar nuestra vivienda a los futuros servicios de Smart Cities y poder disfrutar de ellos. 

Otra reflexión real, sin tener que esperar la llegada de situaciones catastróficas, es que con una población cada vez más envejecida y con unos recursos públicos más limitados, disponer de una vivienda conectada e inteligente, no solo puede ser de gran ayuda en situaciones de crisis como esta, sino también en el día a día de las personas en periodos normales.

En esta crisis se apela a la solidaridad de todas las personas para que, con su comportamiento cívico, ayuden a ralentizar la infección al resto de población… ¿Por qué no tenemos esta misma actitud hacia el planeta y el medioambiente? ¿Por qué no preparamos nuestras viviendas para gastar los mínimos e imprescindibles recursos energéticos y naturales? ¿Por qué no hacemos que la propia vivienda nos ayude o incluso actúe por ella misma, para conseguir este compromiso?

Hasta ahora pensábamos que controlábamos sin problemas todo lo que pasaba en el planeta, pero la aparición de un virus, aparentemente no muy peligroso y parecido a otros, nos está llevando a estar confinados en casa, no poder trabajar y a afrontar la fuerte crisis económica que seguirá… 

Las futuras crisis pueden ser debidas:

• a fenómenos naturales como terremotos, tsunamis, subidas del nivel del mar, huracanes o lluvias torrenciales, desbordamientos de ríos, incendios, empeoramiento de la calidad del aire…
• a enfermedades pandémicas conocidas o desconocidas, 
• a situaciones de inseguridad causadas por las crisis humanitarias, 
• alteraciones del orden público y situaciones de falta de seguridad, incluso estando en nuestras viviendas.
• a situaciones causadas por la acción humana como guerras, terrorismo, escapes de productos químicos, contaminación atmosférica…
• y sin olvidar los cracks económicos que seguirán a cada una de estas crisis…

En todas ellas el confinamiento en nuestros hogares parece ser que será una de las acciones que recomendarán… pero ¿están nuestras viviendas preparadas para afrontar futuras crisis?

Si no queremos ser apocalípticos, hoy en día ya vemos algunos de estos problemas… 

• La contaminación atmosférica: la calidad del aire en casa es la adecuada, 
• La crisis energética y recursos naturales: carburantes y electricidad no paran de subir y estamos gastando mucho con equipos pensados para consumir en exceso y con pocas posibilidades de eficiencia y control. Incluso podemos tener restricciones a la hora de disponer de ellos.
• La seguridad: sin duda la gran preocupación en un mundo global cada vez con más crisis, población sin trabajo, crisis migratorias, crisis de salud pública…

Y esto nos hace que nos planteemos algunas preguntas…

• ¿Estamos autoabasteciendo energéticamente nuestra casa con placas fotovoltaicas, elementos eólicos o de otro tipo?
• ¿Podemos almacenar esta energía producida o la energía de la red general
• ¿Podemos racionalizar el consumo o adaptar la vivienda a restricciones generales?
• ¿Son nuestras casas y sus exteriores seguros de intrusos?
• ¿Disponemos de un lugar seguro en nuestra casa donde poder resguardarnos? ¿Estamos consumiendo el agua de forma eficiente?
• ¿Estamos almacenando el agua de lluvia?
• ¿Estamos protegidos de incendios, gases o humos cuando estamos durmiendo?
• Estamos comprando mas que nunca online, ¿tenemos nuestras viviendas preparadas para poder recibir las compras con comodidad, con seguridad, sin tener contacto con el exterior e incluso sin estar dentro?
• ¿Disponemos de sistemas de almacenamiento de comida para afrontar periodos sin salir?
• ¿Disponemos de sistemas de almacenamiento y depuración para agua de boca? Es posible sobrevivir con muy poca comida, pero no es posible sin beber.
• ¿Podemos visualizar lo que está pasando fuera y dentro de casa?
• ¿Podemos comunicarnos fácilmente con el exterior sin teléfono?
• ¿Podrían monitorizarnos, desde el exterior, para garantizar nuestro estado de salud?

Por primera vez, hemos descubierto que no somos libres para hacer lo que queramos… 

En mundo afectado por un imparable cambio climático, la sostenibilidad es una palabra que aún estará más en nuestro día a día… No podremos gastar lo que queramos, no podremos salir de casa cuando queramos, podemos perder la seguridad que ahora percibimos… En un mundo global, cualquier cosa que pase en un lugar remoto del planeta, en pocos días nos afecta a todos… Los efectos de futuras crisis pueden ser mucho más duros y terribles que los actuales, que recordamos es un simple virus de la gripe, aun que nuevo, sabemos como se transmite y como combatirlo, pero nos confina a casa, paraliza la economía y puede llevarnos a una importante crisis.

Para poder adaptarnos a los cambios obligados que tendremos que afrontar, parece inevitable mejorar el lugar donde más tiempo tendremos que pasar, nuestra casa. Todas las propiedades: vivienda principal, segunda residencia, locales comerciales, etc. pueden verse afectadas estructuralmente, incluso con nosotros y la familia dentro.