Cada persona definiría el confort de una forma distinta… es una percepción subjetiva y muy personal… Así que las propuestas que podamos hacer para mejorarlo deben ser amplias y razonables, personalizables y elegibles según cada sensibilidad.
Hay aspectos que tienen pocos matices… si estamos confortables en una vivienda más segura, debemos incorporar sistemas de seguridad, que pueden ser más o menos invasivos, más o menos automatizados, más o menos robustos, más o menos sensibles… en todo caso, al tratarse de una necesidad conocida, es fácil que más o menos todos tengamos una idea de lo que nos gusta, lo que esperamos y lo que necesitamos…
Hay otras necesidades que afectan al confort, más complejas y que implican la interacción de muchos elementos de la vivienda…
Pensemos en la climatización… podríamos decir que todo el mundo aprecia y desea tener una temperatura en casa confortable, pero es difícil satisfacer esta necesidad simplemente gestionando la temperatura de consigna, con horarios y con control remoto con App… Incluso pudiendo, ¿qué coste puede tener esta gestión, si la vivienda está mal aislada o tiene pérdidas de calor importantes? Quizás la solución no es subir un grado la temperatura de consigna, sino detectando donde se pierde el calor y proponer una solución correctiva.
Mas subjetivo aún… Si pensamos en el descanso nocturno, no solo puede afectar la temperatura ambiente, también la humedad, la calidad del aire, el silencio, la oscuridad, los campos electromagnéticos, la orientación de la cama, la iluminación cuando nos levantamos a medianoche para ir al baño y no queremos despertarnos o despertar a los otros… o por tener que realizar demasiadas acciones manuales como pulsar, regular, desarmar para ir a beber un poco de agua…
Nuestros servicios no se centran solo en integrar sistemas… sino en la ayuda a la toma de decisiones en fase de diseño, coordinar y armonizar las propuestas de los profesionales que intervienen en la obra, garantizar una correcta implementación del proyecto diseñado, asegurar un funcionamiento sencillo y efectivo de las instalaciones y finalmente adaptar y corregir las incidencias que surjan a posteriori una vez se viva en la vivienda, o atender a las nuevas necesidades de los habitantes que vayan surgiendo con el tiempo.